jueves, 9 de abril de 2009


La mirada quieta, estática, mientras sus ojos brillaban y me demostraban amor, pasión y vaya a saber uno cuantos sentimientos más. En mi mirada ocurría lo mismo, me permitía no mirar mas allá, porque todo lo que importaba era el, y lo que pasaba cuando nuestras miradas se conectaban.
¿Qué sentí? Algo completamente inexplicable, solo cabe decir que mirándolo a el todo aparentaba ser perfecto, podía perderme por ahí porque sabia que él, con una mirada, me podía salvar.

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