Nuestro primer encuentro -¿o debería decir vigésimo ya? en verdad creo que hasta fueron mas de veinte… ok, solo un decir-, estoy nerviosa, mis manos transpiran y vos simplemente te me acercas y decís “estas hermosa”… mi mundo se serena. Mi corazón se acelera y en mi cara surge una sonrisa, vos me miras y sonreís.
Nos quedamos así, estáticos, no hace falta nada mas, mirándote así te demuestro cuanto te quiero, mirándote así podría estar horas.

Cambios continuos, en mí y en ellos.
   Se cambia la mirada y la perspectiva.
      Esto toma importancia, otra cosa deja de tenerla.
         Las cosas que en algún momento fueron obstáculos
            hoy quedan detrás para empezar un nuevo camino.
               Nuestra mirada cambia, porque los obstáculos también lo hicieron.
                  No quiero avanzar porque temo perder mis mas preciados tesoros.


(Mis amigas, ni hace falta aclararlo).

Esperas que yo llegue con una sonrisa como hace tanto no ves. Cuentas con que yo venga siempre vestida de princesa y te haga sentir príncipe, pero el primer día en que venga desarreglada se que me dirás que me vaya con mis cosas lejos de tu casa, que ya no hay espacio para los dos.
Por eso acá estoy, sin ganas de mirarme al espejo para no notar los desperfectos y aunque no tenga ganas aparezco con mi mejor careta, para no perder lo que siempre voy a considerar mi mejor príncipe.

Nadie sabe entender que quiero amanecer porque amaneces, que quiero anochecer porque anocheces, que quiero sonreír porque sonríes, que entre tus brazos soy un alma libre. Que tus palabras son mi religión, mi luz tu voz, mi aire tu olor, que la luna está ocupada por aquel letrero en alza que subiste con tus labios para que siempre al mirarla supiera que piensas en mi. Nadie sabe entender que quiero darte cada segundo, que quiero crear contigo un mundo en el que nadie nos impida, nos aleje o nos prohíba, en el que nadie juzgue lo que merece la pena o no por alguno de los dos, en el que el tiempo no decida que te vayas o me vaya, en el que sepas que cada trozo de mi vida, cada gesto, cada risa es para ti.

Me encanta verte… que me des la mano y sentir que me sostenes, me encanta sentir con un abrazo que me proteges, hacerte cosquillas y verte sonreír, tenerte a mi lado desde hoy hasta el fin.

(No te vayas nunca, por favor...)

PROHIBIDO PENSAR

(Meses atrás)
A: Cerra los ojos, mira al horizonte y decime que ves
B: Nada
A: Estas negada, dale, intentalo.
B: Me veo a mí, rodeada de gente, me quieren alcanzar y no pueden.
A: Eso es porque vos no lo permitís.
B: Creo que una de las cosas que tengo mas cerca es a él, pero no, esta lejos.

(Hoy)
A: En el día de hoy, ¿que ves en el horizonte?
B: Lo sigo viendo a él, pero ahora esta mas cerca que nunca, al lado mio, justo al lado mio…
A: ¿Y eso que te produce?
B: Miedo
A: ¿Por qué?
B: Temo que un día se vaya.

Pienso en vos, estas cerca, dices que todo saldrá bien…
Todavía me asusto de vez en cuando, en cuanto te vayas, sin vos, no podre respirar por mi misma.

No soy la misma (nunca lo fui), ahora sufro menos y disfruto mas. Logré no pensar en él por mucho tiempo y así lograr una sonrisa sola…
Mi sonrisa hoy es por completa felicidad, porque él esta al lado mío… una vez mas.