viernes, 1 de mayo de 2009
Carta sin destinatario
Nunca mentí con nada de lo que dije. Lo que sentía, lo sigo sintiendo, hasta a veces más fuerte. Pienso y no puedo entender donde quedo todo: “este es el año de reencuentros; ojala me siga trayendo cosas lindas; con verte me alcanza; quiero estar con vos; me haces sentir cosas muy lindas; arriesgate; nunca estuvimos tan bien; me encantaría vivir con vos, los dos solos; ¿me das un beso?; a mi me sobra; cuando nos veamos te hago muchos mimitos; basta de tener tantas cosquillas: 1, 2, 3 jajaja, no aguanto; me haces muy bien, me completas” ¿Dónde quedo todo? ¿Cómo es que cambio tanto todo? No entendí en su momento y casi dos meses después sigo sin entender. ¿Qué paso, me explicas? Reitero, nunca mentí con nada de lo que dije. No necesitaba hacerlo porque confiaba plenamente en vos. Cuando vos quieras decirme las cosas como son, cuando quieras explicarme, cuando quieras contarme que paso, cuando decidas abrirte totalmente y decirme la verdad, avisame… yo te voy a estar esperando.
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