Y detrás de esa mirada esconde un llanto, unas ganas de gritar a los cuatro vientos ¡Que estúpida fui! Pero es tarde… y no puede hacer nada, mas que demostrar que esta bien y hacer como si él fuera uno mas, un simple amigo, alguien con quien paso la noche, y por pura cortesía se aprendió su nombre…
viernes, 10 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario